En la climatización de oficinas, la prioridad suele ser mantener una temperatura adecuada, dado que este parámetro es el que concentra la mayor parte de quejas por parte de los usuarios. Pero las condiciones interiores están afectadas por factores más complejos: la humedad relativa, corrientes del aire, la radiación de calor, y por supuesto también la calidad del aire.
Las oficinas se caracterizan por la alta carga de calor sensible que genera su actividad con la elevada ocupación de personas, por el impacto de la radiación solar en edificios con grandes superficies acristaladas y también por el equipamiento técnico, como por ejemplo ordenadores, fotocopiadoras e iluminación. En consecuencia, las claves para la climatización óptima de oficinas suelen ser el enfriamiento eficiente, la deshumectación y una ventilación adecuada para mantener una buena calidad del aire interior. Sin embargo, los usuarios deben poder ajustar la temperatura en función de sus necesidades, teniendo en cuenta que un sistema de difusión de aire correctamente diseñado evita corrientes de aire molestas.
Una buen sistema de climatización va más allá de las necesidades más elementales, hemos demostrado que consigue aumentar la motivación y el rendimiento de los usuarios y reduce las bajas por enfermedad. Para que esto se cumpla no basta solamente con enfriar o calentar, hay que buscar el bienestar térmico de las personas.
Hay que considerar la influencia del volumen y las características del recinto. En edificios modernos de oficinas encontramos fachadas acristaladas, donde la cambiante radiación solar puede causar oscilaciones en la temperatura interior. Es cierto que la capacidad de acumulación de calor en paredes de cartón yeso es menor, lo que también facilita variaciones de la temperatura radiante. Un concepto integral de climatización tiene que tener en cuenta todos estos aspectos, para ofrecer el máximo bienestar térmico con el menor consumo energético posible.
Por las características que hemos mencionado, los equipos más adecuados para la climatización de edificios de oficinas y administración son las gamas Adconair y Adsolair, con enfriamiento adiabático indirecto y circuito frigorífico de compresión mecánica. La mayor parte de la potencia frigorífica se produce con el enfriamiento adiabático indirecto. En una segunda etapa de enfriamiento, mediante el circuito frigorífico de compresión mecánica, se puede llevar a cabo la deshumectación del aire, para alcanzar un máximo confort térmico en verano. El post-calentamiento para conseguir una temperatura de impulsión agradable se realiza con un segundo condensador, aprovechando dos ventajas: se trata de calor gratuito y aumenta la eficiencia del circuito frigorífico de regulación.
Con nuestros equipos se puede alcanzar un EER total para el sistema de enfriamiento del equipo de 10. En invierno, la recuperación de calor de alta eficiencia alcanza un rendimiento mayor al 78 %. En aplicaciones con mayor necesidad de calentamiento y especial interés en recuperación de humedad, la gama Resolair es la solución perfecta.
En Menerga, siempre tenemos en cuenta las características individuales de cada edificio y de cada aplicación. Juntos podemos encontrar la solución óptima para su proyecto que cumpla con sus requisitos de calidad y supere sus expectativas en eficiencia y ahorro energético.